NUESTRO SERVICIO FAVORITO
Cuando tienes un caballo mayor (o lesionado) a lo mejor te has comprado uno más joven porque tu nivel ya ha subido y necesitas hacer, ver y sentir otras cosas, pero el “viejo” sigue siendo TU caballo. No puede salir todos los días y tampoco quieres que esté encerrado en un box tanto tiempo, pues aquí entramos nosotros con nuestros boxes abiertos.
El caballo no pierde la calidez y comodidad de la cuadra, pero se puede mover en libertad manteniendo la ración y el orden de las comidas. Hemos comprobado que en este punto rejuvenecen físicamente de manera asombrosa. Cuando venís a visitarlo, al montarlo recuperáis ese vínculo tal vez perdido por el cansancio, la artrosis y el aburrimiento. Podéis venir a diario o esporádicamente, no importa estará mimado de la misma manera.